Javi Navarro: un innovador revolucionario del periodismo en redes

En la actualidad es cada vez más difícil llegar a los medios de comunicación tradicionales para obtener las primeras oportunidades en el mundo del periodismo. Como consecuencia se produce un crecimiento de las nuevas generaciones en las redes sociales. Estudiantes e interesados en la labor informativa o de entretenimiento recurren a ellas para comenzar sus carreras. Algunos se unen a proyectos ya creados y otros deciden innovar.

Uno de los ejemplos de periodistas emergentes en la actualidad es Javier Navarro. A pesar de no haber finalizado aún su carrera de periodismo en la Universidad Rey Juan Carlos, este joven madrileño ya se está haciendo un hueco entre el periodismo especializado.

Sus inicios se remontan a su estancia en la ESO, donde ya se creó un blog para escribir de absolutamente todo, lo que le dio la oportunidad de colaborar posteriormente en pequeños medios como Los Otros 18, Capital y hasta en Qué! Radio. Sin embargo, su vida dio un vuelco cuando entró a formar parte de Charlas de fútbol. Guiado por Andrés Cabrera, Juan Arroita o Guille González, Navarro comenzó a aprender lo que verdaderamente es el periodismo actual. Se adentró en las plataformas globales punteras como Twitch, Tik Tok o Youtube, y su público potencial creció hasta Latinoamérica.

Su presencia en Charlas de fútbol, que acabó con polémica y tal y como reconoce “de malas formas”, fue una antesala de su actual proyecto: STRIM. Es un medio de comunicación multiplataforma que literalmente está rompiendo en la escena musical. A través de canales como podcast, Youtube, Twitch, Tik Tok o Instagram se busca acercar la música a la gente. Además, la gente tiene un papel muy importante, puesto que es partícipe del rumbo del medio. Esto quiere decir que, a diferencia de lo que sucede en LOS40, son los ciudadanos los que votan las mejores diez canciones. En conclusión, Javier Navarro busca humanizar la música -y la inversa- desde STRIM.

Javier Navarro ha reconocido en varias ocasiones que no es nada fácil sacar adelante proyectos así, incidiendo también en cómo afecta la opinión de la gente. Las críticas le pesan más que los comentarios buenos, pero que esas críticas positivas son las que le motivan a seguir.

El camino de Javier Navarro, con apenas 24 años, está siendo tal cual quiere él. No necesita formar parte de grandes medios reconocidos para ser feliz. De hecho, eso no es felicidad para él. No es practicar el periodismo que a él le gusta. Eso se acerca más a lo que él realiza.