Los incendios forestales: un horror para el medio ambiente
- paulapg2604
- 25 sept 2021
- 2 Min. de lectura
El medio ambiente se está viendo cada vez más amenazado por prácticas inadecuadas de la sociedad. Algunas de esas prácticas pueden desencadenar en importantes fenómenos como los incendios forestales (que no siempre tienen porqué estar provocados por el ser humano, pero que en algunos casos así sucede). Estos son fuegos que se escapan del control en áreas naturales y que, desgraciadamente, se propagan a gran velocidad dañando tanto recursos naturales como hogares y poblaciones.

Las estadísticas sobre este problema son similares cada año. Tal y como indica el INE en el Anuario Estadístico de España 2019, Entorno físico y medio ambiente, en 2018 se produjeron un total de 1989 incendios, más los 5154 conatos, es decir, aquellos que son sofocados en su etapa inicial. Hasta el 5 de septiembre de 2021, según recoge Epdata a través de los datos del Ministerio de Agricultura, en España se han producido ya 7244 entre incendios y conatos, casi mil más que el pasado año. Además, dicha fuente informa que, si en 2018 quedaron afectadas 22.271,13 hectáreas, este año ya van por 75.547,54, una cifra brutalmente superior. Sin embargo, esa cifra no supera a la que se produjo en 2012, el año que, según Greenpeace, marcó récords con 218.956 hectáreas.
Esas cifras no significan solo eso, significan la pérdida de una fauna y flora que resulta vital para el medio ambiente. Las causas íntimamente relacionadas con las actividades del ser humano como la intencionalidad se pueden reducir con la concienciación, pero hay otras causas que son mucho más difíciles de controlar.
En ocasiones se producen negligencias y accidentes como el vertido de colillas y el mal apagado de hogueras y demás que provocan incendios, acumulando así el 25% de los incendios según fuentes gubernamentales, más el 5% de los causados por rayos. Además, el 2% es una reproducción de incendios anteriores que no consiguieron extinguirse bien.
Tras un incendio forestal hay una serie de consecuencias que habitualmente los ciudadanos no conocen. Llegan a quemar la piel de la Tierra, lo que significa que pierde protección. También se produce un desequilibrio en el medio natural y, por supuesto, una gran contaminación de ríos por las partículas del fuego.
Para evitar los incendios forestales se puede recurrir a varios aspectos. El primero de ellos es la sensibilización de la educación, con charlas y promociones que inciten a un mejor comportamiento. Por parte de las empresas dedicadas a ello, el mantenimiento de los bosques, con técnicas como cortafuegos. Y, en manos de los gobernadores, está mejorar la legislación y las medidas.
La reducción de los incendios forestales está en nuestras manos, es trabajo de todos.
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