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Obituario ficticio: Esther Koplowitz, una marquesa al servicio de su fundación

  • paulapg2604
  • 6 oct 2021
  • 2 Min. de lectura

La empresaria dedicó su vida a realizar obras sociales en favor de los más necesitados de la sociedad




La vida de Esther Koplowitz cambió desde el momento en el que, apenas alcanzada la mayoría de edad, quedó totalmente huérfana y entró a formar parte de la administración de la compañía Cycsa junto a su hermana. Comenzó su aventura en el mundo de los negocios. A partir de ahí, las obras sociales en España empezaron a cambiar, aunque no fue hasta 1995 cuando llegó la materialización total.


Entre el frío de diciembre, Esther Koplowitz creó la fundación que lleva su nombre para promover el avance científico, la investigación biomédica, la educación y la cultura. Para conseguirlo, la empresaria puso en marcha varias residencias en distintos puntos del país, tanto para ancianos como para niños, incluyendo todo tipo de equipamiento acorde a las necesidades. En ellas promovió actividades de animación y divulgación sociocultural, llegando a conseguir las 400 conferencias. Y no solo eso. También ayudó a mejorar la calidad de vida de los niños enfermos con terrazas recreativas en terrazas de hospitales como el Gregorio Marañón de Madrid.




La construcción de colegios de educación especial para personas con Trastorno del Espectro Autista también fue una de sus obras. Concretamente, los vecinos de Majadahonda se vieron beneficiados con el Colegio Cepri. Una vez más, Esther Koplowitz demostrando que aquellos con menos recursos formaban parte de su principal pensamiento.


Entre sus grandes logros en temas científicos destaca la donación del primer Sistema Quirúrgico Da Vinci de cirugía robóticas en el sistema sanitario español, destinado al Hospital Clínico San Carlos de Madrid. Este hecho originó en la creación del Programa de Cirugía Robótica Esther Koplowitz, con más de 3000 intervenciones quirúrgicas a sus espaldas.


Su labor ha llevado a que sea una empresaria con un sinfín de premios, como la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil en 2001, la insignia de Caballero de la Legión de Honor de la República Francesas, el XV Premio Blanquerna, la Gran Cruz de la Orden Civil al Mérito Ambiental en 2013 y más que completan esta lista.


Esther Koplowitz fue y es un claro ejemplo en el que la sociedad ha sobrepuesto sus logros sociales a su vida personal, a pesar de haber sido esposa de grandes personalidades como Alberto Alcocer y Fernando Falcó.


“Este es un obituario ficticio realizado como práctica para la asignatura de Periodismo Especializado en economía y medio ambiente.”

 
 
 

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